CRECER A TRAVES DE LA EXPERIENCIA CON JESUCRISTO.

¿Como se obtiene dicha experiencia si aun Jesús está en el cielo?

Dios ha puesto en el universo leyes materiales y espirituales que no se pueden omitir y olvidar, dentro de tantas leyes existe una que nos permite entender la manera en que aprendemos de nuestro entorno. A veces queremos evadirla, nuestra impaciencia nos lleva a frustración por que no queremos vivir el proceso. Además de que todo tiene un proceso, ese proceso nos da la experiencia que necesitamos para que nuestro ser pueda desarrollar actitudes y aptitudes físicas y espirituales. Un ejemplo de ello es como cuando aprendemos a caminar. El cuerpo del bebe se va formando de tal manera que al inicio permanece acostado por que sus huesos aun no se han endurecido lo suficiente para aguantar la concentración de esfuerzos debidos a gatear o caminar. A medida que una buena alimentación y buenas posturas lo van formando, el instinto humano de permanecer en movimiento lo lleva a girarse para poder iniciar el proceso de aprender a gatear. Si lo analizáramos profundamente en el gateo el bebe empieza a fortificar sus brazos y sus piernas, órganos necesarios para la estabilidad cuando este de pie. Cuando ya gatea rápidamente, por que también nos gusta la velocidad, empieza a probar poniéndose de pie ayudado de los objetos que tenga a su alrededor, entonces sigue fortaleciendo los músculos de los brazos y de las piernas. Al inicio no tiene el equilibrio suficiente y le toca permanecer agarrado, pero el tiempo que dura de pie lo fortalece. Cuando empieza a dar sus primeros pasos, lo hace por distancias muy cortas y en la medida en que siga practicando va alcanzando mayor y mayor distancia.

Como padres es muy angustiante que en parte de ese proceso sufra golpes dolorosos, no queremos verlo sufrir y muchos padres permanecen con el cargado de tal manera que le retrasan su desarrollo psico-motriz. Como padres quisiéramos que no pasara por ese proceso, si no que de la noche a la mañana ya caminara perfectamente, si por nosotros fuera le instaláramos un chip con la información necesaria para que no se cayera e incluso para que se supiera guiar en la vida tal cual como nosotros, con experiencias que le van a evitar el dolor.

Entre dos posibilidades ¿cual crees la correcta?

Y aquí me toca hacer dos énfasis; el primero es que la forma en que nosotros aprendimos fue muy diferente, sobre todo por que nuestro contexto era diferente, no es lo mismo practicar la caminata en el campo donde las casas tienen pisos de barro y piedra, que en palacios con pisos alfombrados y de almohadas por todas partes. No es lo mismo aprender a caminar estando solo o con un hermano, que aprender a caminar con cuatro nanas encima. Nuestra experiencia nunca va a ser igual, que la experiencia de nuestros hijos, porque la información de nuestro entorno es diferente.

El segundo es que así pudiésemos instalarle un chip con información a nuestros hijos, ósea ellos ya contaran con la información disponible para tomar decisiones, sus músculos, huesos y estructura corporal no se ha formado para llevar a cabo esa información. Eso me paso a mi no hace mucho. Cuando yo jugaba futbol en el colegio era bueno y me inventaba jugadas, jugadas de las que aun me acuerdo pero ya mis piernas no están en capacidad de hacer. Como deje de jugar por muchos años, ya mi cuerpo perdió la destreza, a pesar de que aun tengo la información.

Lo mismo nos pasa con el evangelio, tenemos una experiencia con él, que ha sido producto de la practica de la escritura y aunque es bueno y es el deber ser para poder dar a conocerlo. En mi caso me desespera que las personas no entiendan. Yo tengo la claridad de que no es lo mismo estudiar media hora un día a la semana contra varias horas todos los días de la semana, pero me cuesta entender que algo tan claro para mi, no sea tan claro para otra persona.

¿hay alguna diferencia en que adore a Dios a mi manera?

La razón es que mi proceso ha sido distinto, cuando en pandemia yo tenia una imperiosa necesidad de Dios y le pedí que él guiara mi vida, no descanse hasta conseguirlo y no es el caso de muchas personas hoy, que creen que su vida es lo suficientemente pulcra, que no necesitan reforzar su proceso espiritual. Siento que en mi caso la respuesta de Dios fue clara y contundente, y gracias a eso, yo también pude tomar una decisión definitiva y permanente, si no hubiese sido así, aun estuviera fluctuando en lo que debo hacer para agradar a Dios.

Así que considero que hay dos tipos de personas que ingresan a formar parte del pueblo de Dios, los que tocaron fondo espiritualmente y decidieron que necesitaban una guía verdadera y trabajan día a día para mantenerse en ese proceso. Y los que en su corazón tienen la humildad suficiente para aceptar el mensaje de Dios sin cuestionarlo y sin vivir condiciones tan adversas como las del primer caso. Por lo tanto si Dios no nos ha dado un corazón humilde para que por nuestros propios medios buscar de él, entonces toca  estrellarnos contra el mundo y llegar a necesitarlo tanto, que nuestra búsqueda sea incesante y sin descanso. él que no sabe para donde va, ya llegó, el que no está buscando de Dios, nunca lo hallará.

 Conclusiones

Tal como el bebe aprende a caminar paso a paso y ya cuando es niño quiere correr, así también en nuestro caminar con Cristo debemos ir ganando nuestras luchas diarias poco a poco. Tal vez cometamos el error de que Dios nos resuelva un problema muy grave y si no lo hace empezamos a cuestionar su autoridad y su poder. No podemos pedirle a Dios que resuelva las cosas difíciles, si no aprendemos adquirir confianza en El, con las cosas pequeñas. Llegara el momento en que podremos resolver cosas grandes, pero porque nuestro carácter ha sido robustecido con la experiencia y nuestra fe inquebrantable por el conocimiento de Dios.

Me gustaría ponerle un chip a las personas con las que comparto el evangelio, para que entiendan todo lo que yo he entendido, pero de nada me serviría hacerlo, si su espíritu no se ha fortalecido con la experiencia y la consagración a Dios. Aunque la palabra de Dios tiene poder, es el cumplimiento de la palabra de Dios en nuestra vida la que forma nuestra espiritualidad. En el evangelio debemos practicar los dichos de Dios, e ir poco a poco hasta alcanzar la altura de la naturaleza de Cristo por medio del trabajo que hace el espíritu santo en nosotros. El espíritu de Dios no puede obrar la transformación si no lo dejamos morar en nuestro corazón.

Lo triste del evangelio es que las personas no quieren escuchar, la mayoría esta tan aferrada a las cosas del mundo, que no quieren escuchar las promesas de Dios y las buenas nuevas de salvación, es entendible por que dedican su tiempo a la vanidad y la oscuridad espiritual los ha llevado a pensar que no necesitan nada mas. Pronto vendrá el sometimiento de las libertades individuales, los que se creen libres hoy, experimentaran la verdadera prisión espiritual y material, como rechazaron el mensaje de Dios hoy, Dios permitirá que en su vida conozcan realmente lo que se escondía detrás de esa falsa libertad. En el juicio de Dios serán hallados faltos y desafortunadamente su alma desaparecerá para siempre, no sin antes sufrir el dolor espiritual, proporcional al dolor que causaron en esta tierra.

 Mi consejo para ti es...

El tiempo es hoy, para no descuidar esta advertencia, el tiempo de decidir el camino de Dios para la verdadera libertad es hoy, no descuides tu salvación, no deseches las enseñanzas de un padre que comparte contigo su experiencia para que te sepas guiar en esta vida, pero que te deja vivir el proceso para que tus músculos se fortalezcan y tu espíritu sea vivificado. Es mi oración, en que no te dejes guiar por la corriente del mundo, si no que te dejes guiar por Dios con humildad y con decisión para que alcances a tener el tiempo suficiente de tener el proceso que necesitas para la transformación espiritual de esta ultima hora de la venida de nuestro Rey.