El agua es tan importante para nuestra que el 70% de nuestro cuerpo esta conformado por agua, 75% de los músculos, 85% de las células, 82% de la sangre e incluso 25% de los huesos. Es evidente que lo que más necesitamos es agua, agua que se pierde cuando transpiramos y respiramos.
El agua sirve como lubricante para nuestras articulaciones, le da firmeza a nuestra piel, es necesaria para las funciones cerebrales y producción de células nuevas.
El nivel de agua en nuestro cuerpo se puede medir en nuestra orina, si la orina es transparente y de olor imperceptible quiere decir que estamos bien hidratados, pero por el contrario si es amarillenta con un olor fuerte, es una alarma a que necesitamos agua, así no tengamos sed; nuestro sistema puede tomar agua prestada de otros órganos, al ser esta reutilizada la hace ver así.
Otro aspecto es que el agua es esencial para nuestro higiene, al punto que para ciertos pecados en el antiguo testamento se menciona que la persona tenía que lavarse con agua y volvería a estar puro al atardecer. La suciedad en nuestro cuerpo puede generarse con la mezcla de nuestro sudor y el polvo en el ambiente que es levantado por la brisa; esto es el ambiente perfecto para la proliferación de hongos y bacterias, sobre todo en personas con cabello abundante y piel plegada, es necesario que nos bañemos a diario para prevenir de todas la enfermedades que pueden afectar nuestra piel y nuestros órganos.
Jesús dijo que él era el agua de vida que calma la sed pero también se menciona de la escritura que de sus pies corren manantiales de agua vida, y todo árbol que crece junto al rio es grande y frondoso, al comparar el agua con cristo veremos grandes similitudes, pues nada en el mundo vive sin agua, desde la célula más pequeña hasta el animal más complejo, nada puede vivir sin Dios, pues el mismo agua que alivia tu sed, te podría ahogar si te descuidas, por eso al agua se le tiene temor y respeto; como el que le debemos tener a Jehová.
Cuando el Señor fue traspasado en la cruz de el broto agua y sangre, por su sacrificio Cristo es el único que nos puede limpiar de las manchas de nuestro pecado, al compararlo con el agua vemos gran similitud, ya que antes de la creación en este mundo ya había agua y según el génesis el cielo broto del agua, cada nube es agua evaporada que surca los cielos hasta precipitarse en lluvia.
Procure beber agua todos los días ya sea dos litros por día y vera como mejorará su salud en cuestión de tiempo; es posible que la falta de este liquido vital sea la raíz de muchos problemas de salud que nos atañe.
A continuación algunas citas bíblicas sobre el agua:
No tuvieron sed cuando los llevó por los desiertos; les hizo brotar agua de la piedra; abrió la peña, y corrieron las aguas. 22 No hay paz para los malos, dijo Jehová. (Isaías 48:21)
25 Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré. (Ezequiel 36:25)
Como el agua fría al alma sedienta,Así son las buenas nuevas de lejanas tierras. (proverbios 25:25)
mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.(Juan 4:14)
5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.(juan 3:5)
Preferíamos siempre el agua a refrescos industriales de dudosa fabricación y todo el mal que el exceso de azúcar que contiene mas sus conservantes nos puedan causar. el agua es sencillamente irreemplazable.
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